Del fútbol se ha dicho que es el mejor espectáculo del mundo, que mueve
pasiones y sentimientos que uno no se imagina. Y su esencia es el gol. Ese grito
que tantas veces se ahoga en nuestras gargantas y que produce un éxtasis y una
emoción indescifrable al momento que nuestro equipo amado rompe la red.
El balón de fútbol. Símbolo mundial de una pasión.
Foto tomada de sp.depositphotos.com
Y ahora que estamos en plena competencia de la Copa América, nos desvivimos
porque los nuestros: Falcao, Muriel, Cuadrado, James, Zapata o el que sea, coja
la redonda, la pecosa, el útil o el balón, como lo quieran llamar y nos infle la red
contraria y podamos dar ese grito de gol tan anhelado y nos hagan sentir ese
alegría inmensa y ese orgullo de patria que a veces perdemos y que el deporte
nos ayuda a recuperar.
Son muchos los goles y los goleadores para recordar. Di Stéfano, Pelé, Zico,
Cruyff, Maradona, Ronaldo o Messi, Falcao, “El Pibe”, Redín, Asprilla o James.
Son tantos que el recuerdo no alcanza.
Pelé, el llamado O Rei del fútbol, vistiendo la camiseta del Santos. Es uno de los goleadores históricos del mundo.
Foto tomada de elpais.com
Muchos de esos goles están en nuestra memoria, como el de la Mano de Dios de
Maradona o el número mil de Pelé, de penalti con su Santos del alma ante el
portero argentino Andrada, donde se dice que O Rei inventó la paradinha. O el
tramacazo que le metió nuestro James a Uruguay en el mundial de Brasil 2014, el
mejor gol del torneo que todavía nos saboreamos al verlo en las pantallas.
Y a todas estas, ¿quién fue el primero que infló las redes de manera oficial?
¿Quién fue el que comenzó a generar en las multitudes ese grito de gol, ese
éxtasis de emoción? ¿De qué país será y quién se acuerda de él?
Yo no sabía quién era y la curiosidad me llevó a investigar. Y vean pues, no es
italiano, alemán, francés o español. Ni de Brasil, Argentina, Uruguay o Colombia.
Ni jugaba en el Real, en el Barcelona, en la Juventus, el Manchester, el Boca, el
River o Nacional. ¡No señores! Creo que para la mayoría es un auténtico
desconocido que se perdió en los millones de gritos de gol que han pasado
después de que él hiciera el primero.
Panorámica del antiguo estadio de Wembley en Inglaterra, construido en 1923 y que en 2002 dio paso a una nueva estructura.
Foto tomada de pinterest.com
De acuerdo con los cronistas, se creía que el primer gol de la historia del fútbol
había sido un autogol que hizo Gershom Cox, futbolista del Aston Villa, a los 31
minutos de juego, en un encuentro contra el Wolverhampton Wanderers, pero una
investigación realizada por un periodista llamado Robert Boyling y publicada por el
periódico ABC descubrió que no fue así, porque ese partido se retrasó media hora
sobre lo previsto y empezó a las 3.30, mientras que otro partido del Bolton contra
el Derby County comenzó a las 3.45 horas.
Y en esa tarde del 8 de septiembre de 1888 -o sea que está próximo a cumplir
131 años- a los dos minutos de iniciado ese partido entre el Bolton y el Derby
County, James Kenyon Davenport puso en ventaja a su equipo, el Bolton y pasó a
la historia como el primero en hacer un gol. Menos mal fue así, porque daría
mucho pesar saber que el primer gol de la historia fue un autogol.
El tanto de Cox fue convertido a los 31 minutos de su partido, que empezó a
destiempo, por lo que la autoría del primer gol de la historia -por cuenta de esa
demora- se le atribuye a King Kenny como era conocido el goleador del equipo.
Y así fue como los cronistas pudieron establecer que un chico de Inglaterra -donde
se dice que nació el fútbol- de clase obrera, que era feliz jugando al balón para
ganarse la vida, se convirtió en el primero en hacer rugir las tribunas con el grito
de gol. Grito que es la alegría en los estadios del mundo.
No es más por hoy. Ahí les quedo….
Isaías.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario