Foto tomada del kit de prensa de Areandina.

La influencia de las mujeres en roles de liderazgo empresarial ha dejado de ser una simple tendencia para convertirse en un pilar fundamental de éxito, rentabilidad y sostenibilidad. Un reciente análisis de Areandina lo confirma, destacando cómo las empresas con dirección femenina superan consistentemente a aquellas lideradas exclusivamente por hombres en indicadores clave.

El impacto innegable del liderazgo femenino en las empresas

La "transformación silenciosa" protagonizada por organizaciones con dirección femenina se ha consolidado como un modelo de gestión efectivo, rentable y resiliente. Diversos estudios internacionales y nacionales han convergido en que las compañías con una alta participación de mujeres en sus juntas directivas obtienen mejores resultados financieros, sociales y de reputación. Efrén Ariza, docente del MBA Internacional de Areandina en Bogotá, enfatiza que dar voz a las mujeres en la toma de decisiones no es solo apostar por la equidad, sino por una ventaja competitiva demostrada.

Las cifras respaldan contundentemente esta afirmación:

  • Rentabilidad superior: Según McKinsey & Company (2024), las unidades productivas con al menos un 30 % de representación femenina en sus órganos de gobierno logran un retorno sobre el capital (ROE) del 29 %, significativamente superior al 20 % promedio de aquellas sin equidad de género en su liderazgo.

  • Productividad y eficiencia aumentadas: Datos de Adecco (2024) revelan que estas mismas empresas incrementaron su productividad en un 22 % y su eficiencia operativa en un 16 %. Esto se traduce en mejores márgenes de ganancia y una mayor capacidad para navegar en contextos económicos volátiles. Además, el crecimiento en ingresos fue del 19 % en comparación con el 13 % en organizaciones dirigidas exclusivamente por hombres, reforzando la correlación entre inclusión y rentabilidad.

  • Ética e innovación reforzadas: El liderazgo femenino también impulsa avances sustanciales en la transformación cultural de las organizaciones. Great Place to Work Colombia (2024) documenta que estas empresas implementan estrategias de innovación un 22 % más rápido, gracias a un enfoque colaborativo y participativo en la toma de decisiones. En términos de transparencia y ética empresarial, las compañías con dirección femenina presentan un 42 % menos de casos de corrupción y malas prácticas corporativas, lo que sugiere un liderazgo más analítico, responsable y con visión a largo plazo.

  • Compromiso con la sostenibilidad: La sostenibilidad ha ganado terreno bajo esta visión. El Foro Económico Mundial (2024) reportó que las empresas con presencia femenina en sus juntas directivas incrementaron sus inversiones en proyectos sociales y ambientales en un 26 % durante el último año. Casos como Bancolombia y Alpina en Colombia son ejemplos de cómo una junta diversa impulsa el desarrollo sostenible con resultados tangibles.

Desafíos persistentes en el camino hacia la paridad

A pesar de estos avances significativos, aún persisten desafíos. Si bien la presencia de mujeres directivas en juntas empresariales en Colombia aumentó del 31 % en 2023 al 34 % en el primer trimestre de 2025, Confecámaras (2025) señala que esto aún es insuficiente para lograr una verdadera paridad. Además, la brecha salarial entre hombres y mujeres en cargos ejecutivos en Colombia sigue rondando el 15 %, según datos recientes del DANE (2025). La falta de políticas públicas que promuevan cuotas de participación femenina en órganos de gobierno corporativos también sigue siendo una barrera.

Efrén Ariza de Areandina es contundente: "El talento está. Lo que falta es voluntad política y compromiso empresarial. La evidencia ya no deja lugar a dudas: incluir mujeres en los espacios de poder no es un favor, es una estrategia de éxito empresarial”. Las organizaciones que comprenden el valor del liderazgo femenino están construyendo una economía más inteligente, sostenible y ética; aquellas que no lo hagan, corren el riesgo de quedarse rezagadas.